viernes, 1 de mayo de 2015

Capítulo 1 - El origen del libro


Parte 1 - To the hell and back


Sonaban tambores de guerra esa noche, gritaban iremos al infierno y volveremos, confiado aun desconocía hacía donde nos dirigíamos realmente, nos unimos a la una batalla ya empezada, cargamos hacia el centro de la ciudad, nos unimos a un pequeño grupo que nos aguardaba, me prometieron reinas y riquezas, bebida y una batalla que memorizar. Sin mirar atrás me acerqué a aquel campamento, me presentaron a algunos nuevos reclutas, sí, esta vez yo era el veterano que volvía a este desolado territorio, igualmente me impresionó la espesa melena que colgaba de una guerrera, dorada y lisa ondeaba suavemente mientras se levantaba a mostrar sus respetos al llegar, sin poder apartar la vista, devolví el saludo y hice lo mismo con los demás, al volver a alejarme le pregunté a mi compañero si era el tesoro que habíamos venido a conquistar, y me dijo que no, que me olvidase que ese era imposible, desilusionado seguí adelante, fuimos al centro del infierno, pasaron las horas, la desmotivación de los hombres fue mayor, ahí solo había el espíritu de jóvenes que querían perderse en una noche de lujuria, beber hasta perder el conocimiento y no recordar lo que había pasado al día siguiente... Pensé en una retirada a tiempo puede ser una victoria, y allí estaba, la imposible, me dediqué a observar de lejos mientras conversaba con un joven a que representaba la justicia, aburridos y desilusionados todos nos embarcamos en una conversación absurda, donde al final el centro de atención acabamos siendo yo y la guerrera con la melena de un león, frases y dichos, poníamos entre dicho todo lo que decía el otro, jugando con las palabras siempre me dejaba con ganas de más, mi curiosidad empezó a aumentar, y mi interior empezó a encenderse el fuego, por fin había llegado a la batalla, por fin algo de acción pensé, por fin algo de emoción, no daba tregua, escondía sus armas y detrás de su afilada sonrisa mil dagas ocultaba, cogí mi escudo y me retiré el yelmo, empezamos a indagar insatisfecho acabaron interrumpiéndonos una y otra vez por cosas sin importancia, nada en ese momento lo tenía, nada menos una ella, terminó la noche acompañando a una cría, desorientada por el alcohol y el desamor intento ahogar las penas en un vaso, y acabó por ahogarse ella en su propias lágrimas, la dejé con su compañera también algo tocada y me fui a dormir. Aquella noche había merecido la pena después de tantos años sin afilar la mente.

Parte 2 - Losing my religion


Volví a levantarme como otro día cualquiera, pero no podía evitar recordarla, la conversación cada palabra que no decía esos silencios, esos espacios... me desquiciaba.. no podía dejarla pasar, directamente fui y la busqué no la encontraba por su nombre, no había ninguna Lourdes con esa melena de león, no me dí por vencido... seguí y seguí buscando... y la encontré, y sin mucha esperanza de ser respondido le escribí y la añadí, antes de darme cuenta estábamos hablando de tonterías, después de horas de conversaciones sin mucho sentido y de cosas del pasado, acabamos dando un paso más, teníamos el móvil de cada uno, y sin saber muy bien como ya estábamos sentados tomando café a unos cien metros de mi casa... interesante cuanto menos, nuestras conversaciones y charlas vacías me llenaban completamente, me volvía loco y el tiempo se pasaba volando, al final cualquiera de los dos encontraba cualquier escusa para quedarnos más tiempo charlando, cada minuto, cada segundo, otro autobús vendrá, el siguiente me voy, y se fue. El silencio fue la piedra que golpeó el fondo del vaso que antes estaba lleno, todo estaba vacío, no había nada que pudiera ocupar esa sensación, ese aire llenaba todo el vaso de agua, que estaba pasando... no lo sabía no podía entenderlo, me estaba desquiciando solo quería quedar y quedar, hablar y hablar, y me desquiciaba, pensaba en ella y sonaba "Losing my religion" como si todo estuviese conectado, como una burla de vida. Pasaron los días, las conversaciones, cenamos juntos, salíamos a pasear el perro, tenía ya a alguien en su vida y no importaba, no era mi objetivo conquistarla, solo saborear cada conversación que planteábamos, saborear esa mirada llena de vida y de fuego que me tragaba y me absorbía completamente, me encendía poco a poco y me enganchaba como una droga.

Pasaron unos días más, y salimos a cantar, salimos a beber, y acabamos escuchando Queen, compenetrados toda la noche eramos uno, nos reíamos, bailábamos, nos mirábamos y nos sobraban las palabras, esa noche fue mágica, fue única, y fue legendaria como ella, una entre miles, y me moría por besarla, por tocarla y abrazarla tan fuerte que no pudiera huir, pero no debía, no podía... no quería perder esa oportunidad, esa persona tan especial. esas conversaciones, esas miradas y esa esencia que siempre me dejaba con ganas de más. pero cometió un error, soltar una lanza de doble filo también corta a quien la empuña, el vaso se empezó a llenar, de repente la boca sabía a ceniza, el corazón me oprimía y todo era una jaula sin barrotes cuando rompió a llover, esa sensación de observarlo todo, de que el mundo se encogía, de desconfianza desconsuelo, de falta de luz... la confianza era un sueño que pocas veces cumplía expectativas, y sentía atracción por la oscuridad que yo llevaba dentro, pero no era yo esta vez, era ella... notaba el frío en el cuerpo, el fuego en los pulmones y la ira en el corazón, esa maldita ira de nuevo que como petroleo recorría cada latido y mancillaba el resto del cuerpo, todo era caos y a veces felicidad, pero la verdad es que tenia unas ganas de huir, de dejarlo todo atrás, de romper esos barrotes invisibles, de romper a llorar y apoyarme en alguien en quien confiar de verdad, pero esa persona no existe, ese mundo no existe, y estos barrotes aun sin existir no me dejaban salir, y fuego de mis pulmones se acentuó, exhalé el humo y la boca se lleno de ceniza, el amor era un ideal que solo cumplía las expectativas de un sueño, un sueño que nadie podía cumplir, y allí en una esquina una luz, pequeña, azul, oscura.. pero una luz, y cualquier luz en esta oscuridad es un sol en mitad de la galaxia, era imposible no verla, pero estaba cansada de vagar en esta jaula, estaba cansada de jugar con los sueños y las esperanzas que no me llevaban a ninguna parte, y decidí seguir así, mirando esa luz, pero sin tocarla.

Comenzó un nuevo día, ofrecí romper esos barrotes, romper la oscuridad, disolver la ira, enseñar lo que es el amor, crecer y ayudarla a crecer, mostrar todo lo que he aprendido y empaparme con su experiencia, ofrecí todo sin ninguna garantía, cuando nunca antes lo había hecho a NADIE, pero a ella sí, porque lo merecía, merecía esa oportunidad que nadie le había dado... y se la dí, porque yo era luz azul, yo era esa llama en la oscuridad.y yo era el miedo que tenía que saliese mal, que defraudase el ideal de amor, que no fuese justo, que fuese otro libro de traición, y decidí ser ese libro, y demostrar que no traicionaría su confianza, su libertad, su ideal...

No me dio una respuesta clara, y por un momento olvidé que ya estaba acompañada, aunque de forma temporal, aunque tuviese fecha, pero tenía algo, y no tenia sentido seguir, aunque para mí ya era demasiado tarde. me había interesado demasiado, me había dejado llevar por mi orgullo y el ya la pregunta estaba en el aire, y hasta que no estuviese rechazada no había vuelta atrás, yo nunca doy marcha atrás...

Ciegamente empezamos a caer en una espiral de confianza donde cada uno pedía más del otro, entre una cosa y otra nos dejamos de ver, se nos hacía raro no poder vernos como tan a menudo hacíamos, seguíamos hablando pero ya no a solas, nunca se daba el momento, y como no teníamos tiempo nunca para contarnos nada serio, planteamos empezar un diario compartido, un libro donde escribir sin ser vistos, donde ser nosotros mismos, decir lo que pensamos o sentimos sin que nadie interfiera, sin barreras, sin barrotes, sin limites...

Parte 3 - Blank space


Todo se empezó a convertir en un sueño, en comodidad, en pocos días, tan pocos días eramos tan cercanos... pero se empezaba a notar la distancia, no eramos amigos, no eramos conocidos, no nos conocíamos, no teníamos la confianza de una vida, no teníamos nombre, eramos personajes de un libro no escrito, y como ya decidimos escribirlo, así empezamos con una página en blanco. 
Esa semana se torno fría, oscura, y solo me sentía bien cuando estaba ella ahí, de repente todo el agobio, el estrés los problemas todo desaparecía, pero al volverse a ir, volvía la tormenta, todo rugía y todo era malo, problemas de salud en la familia, demasiada carga de trabajo, problemas de dinero en la casa, todo se juntaba como diferentes vientos que soplaban en direcciones opuestas hasta formar un gran huracán, y empezó a llover... sin fuerzas ni aliento me buscaron, me llamaron después de varios días de casi completa soledad rodeado de gente, sin paciencia ni ilusión por levantarme otro día más, y ahí vino murphy aporreando mi puerta, el abuelo de mi compañero se moría, llevaba tiempo viéndolo venir, y lo tenía más que asumido, o eso se creía él, le dije de ir a verlo, apoyarlo en estos momentos duros, la gente no esta acostumbrada a ver a la muerte como algo bello, yo ya acepte mi muerte hace tiempo, y la verdad pasó de ser algo terrorífico a ser algo tan natural como la vida misma, pero no me sentía cálido, no podría consolarlo mucho realmente, pero ahí estaría, me desechó, ya estaba acompañado y no sabían que iban a hacer, tanto él como su familia estaban desorientados con el papeleo y me dijo que solo estorbaría que la mañana siguiente me llamaría, aceptando su aplazamiento me metí en la cama, las dos de la mañana, y solo podía pensar en lo bella que había venido la Legendaria con su perro, con su pelo rizado y arreglada, y como el estúpido e inocente Carlillos no nos había dado ni un minuto de espacio, como él siempre él tenía que ser el centro de atención, y en ese día quería expresar la poca calidez que sentía dentro, pero no fue así, ese día tampoco fue como tenía que ser... cansado de todo deje que la noche invadiese mi cuarto, y me desvanecí entre las sombras de mis sabanas.

Parte 4 - Blue jeans


Otra mañana asomaba por el día, sin energía, sin ganas, sin vida me fui dejando llevar por las horas, apenas cruzamos palabras estamos bastante desmotivados en general por nuestros asuntos, además estábamos preocupados por nuestro compañero... tenía tantas ganas de verla... era la única que aportaba luz a ese día de mierda, pero las horas siguieron pasando, me llamó éste, volvía del entierro de su abuelo y necesitaba emborracharse, y la verdad yo necesitaba esa cerveza, quería ahogar un poco esa mentalidad deprimente que me acompaña con la luna menguante, sin ánimos le dije que sí, fuimos a beber sin esperar a nadie más, empezó a contarme historias de su abuelo, a llorar como una niña desconsolada, y a expulsarlo todo como si fuese una sangría de sentimientos, cuando se calmó empezó a contarme que había estado hablando con la Legendaria, que ya no estaba con el novio (por así llamarlo), estaba tonteando con ella y habían quedado para volver a acostarse juntos, que volvían a los "san sábados", y empezó a nublarse en mi interior todo, el huracán desapareció y empezó a llover, el silencio me invadía y empecé a notar como mi garganta se secaba rápidamente, sabía que llevaba una semana de mierda, pero no entendía nada de eso, opté por la sin razón, sería la segunda vez en mi vida que bebería para ignorar, no quería seguir escuchando sus palabras, todo lo que salía era azufre que se mezclaba con las gotas de lluvia que caían en mi interior, todo se fue llenando de ácido, y el estomago empezó a arder, pero las palabras no cesaron, me contó que no la quería que solo la quería para el sexo, que solo quería follar, y "esa perra es multiorgásmica" no mejoró nada la conversación, me levanté con la excusa de mear, el fuego invadía mi interior, quería reventarle la puta cara, pero no entendía porqué, el alcohol la tristeza y el odio... todo era uno en ese momento, así que entré me mojé la cara, me quedé mirando fijamente a una losa y al ver mi rostro distorsionado en ella sabía que aun no era suficiente, y que tenía que aguantar, hoy por él. mañana por ti, aguanta un poco más, golpeé la pared, fui a la barra y pedí más, la camarera algo pícara buscaba tiempo para sacarme conversación antes de cobrarme y darme la vuelta, estaba cansado, tenía muy mala ostia y pasaba de ella, se me empezó a lo que yo interpreté insinuar, y me dijo que me invitaba otro cubo luego si me lo tomaba con ella dentro, suspiré, arqueó una ceja y le dije dulcemente, estamos de luto, no puedo gracias y una sonrisa amarga se me dibujó en la cara, su cara de puta se torció en algo serio, como si aun dudara de mis palabras, me cobró y me dijo lo siento, y dije "no es a mí a quien se le ha muerto el abuelo" y la dejé atrás, solo quería beber, que dejara de llover e irme de ahí antes de que alguien más saliera herido, cuando me dijo él, vienen dos más, Carlillos y Legendaría, me quedé mirando el culo de esa cerveza aun llena, la levante cuando la dejé estaba vacía, no quería verla, no quería verte me susurraba adentro, mientras una voz oculta recitaba las palabras a fuego, "desconfía de los susurros pues los susurros siempre mienten", ya lo sé! joder, mi mente nublada discutía contra mí, la cerveza empezaba a hacerme efecto y solo quería huir de ahí, no pasó mucho hasta que llegaron, el silencio se hizo presente en todos lados, la vi y nos saludamos, no pude aguantarle la mirada, y ella notó que algo no andaba bien, pero desconfiada seguimos adelante, a partir de ahí mis recuerdos son en blanco y negro, como una película antigua conmigo de protagonista, me costaba pensar, me dolía estar cerca, y aun así contestaba, me encantaba mirarla, aunque no la podía mirar a los ojos, sus cicatrices, su fortaleza, cada herida era una historia, y quería saberlas todas, empecé a delirar cuando de golpe se unieron dos locas a la fiesta, empezamos un reto a ver quien averiguaba más de ellas sin saber nada, capricornio y leo... capricornio... mi vida entera rodeado de capricornios, su simple presencia ya me condicionaba, me ponía a la defensiva, veía caras, rostros, recuerdos, y mil imágenes de gente que ha ido quedando atrás, me quedé ahí, no podía expresar nada, veía las acciones sensaciones, sentimientos, empecé a mezclarlo todo pero no me salían las palabras, me faltaba el aire, y el ácido me empezó a ahogar, me levanté y decidí irme, solo escuchaba palabras vacías, cosas de Carlillos, del otro, bromas y directas de todos a todos, discusiones vacías, no tenía ganas de jugar, solo de irme, no era momento, no era yo, ese no era yo, me voy, me voy, y me fui, me dí la vuelta y escuché no hay huevos, el silencio se hizo de golpe, el fuego empezó a calentar de mi interior, me ardía, sabía que era a mí y no estaba ni mirando, que quieres de mi.. si ya lo tienes todo "hablado" si esta todo "decidido", a qué voy a ir... para qué quieres que vaya, en ese momento recordé que habías escrito "algo" en el libro, esa libreta negra compartida, y pensé que sería la despedida, simplemente una forma de decir vamos a pasarlo bien, he decidido y no eres tú, he decidido pero igualmente hoy lo daremos todo y lo pasaremos bien, pues bien, vamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario