Cuando todo acaba, empieza la música, las palabras, las emociones, y las lágrimas, éste es el requiem de un sueño, que murió, y hoy le dedico éste luto.
Turbio y oscuro comenzó todo, luchando por una batalla perdida, comenzaba la partida,
esperanzas, esfuerzos y valor, todo al mismo son, comenzaron a tejerse las nieblas,
finas hebras de un telar se formaban, ideas, posibilidades, esperanzas y volver amar,
fácil decisión aunque roto el corazón, decidió coser también, y ahí nació, una bola de metal,
con metal dentro, insonoro para el hombre, solo los ángeles lo podían escuchar.
Un fragmento de alma, un deseo, y una promesa junto con el frío metal, para un solo fin,
protegería la flor, el loto de siete flores, para entonces la vida de una persona, su nueva vida,
fuego y agua fueron uno, luz y oscuridad en el mismo cara de la moneda, y cumplió,
pero el metal se oxida, el deseo se cumple, y la promesa se la lleva el tiempo, cayó en el olvido,
sin colgante la flor seguía creciendo, pero ya no había ángeles, ya no había sonidos,
el silencio cantaba la dulce fría melodía, y como si el tiempo bailase al compás, se congeló,
que tan grandiosa flor creció, el agua desbordaba sus raíces, el fuego quemaba al sol,
la luz era azul, y la oscuridad desapareció en sus pétalos, oscureciendolos más que la noche cerrada,
la cara de la moneda se hizo chica, y salió, quemó con su fuego su alrededor, dejando todo desolado,
el agua desbordó por sus raíces y empezó a inundarse, la oscuridad de sus hojas empezaron a tragar la luz,
y el tiempo se paró, pero la melodía del silencio se hizo más fuerte, todo se volvió rojo,
las llamas quemaron el aire, las palabras, los recuerdos y silencio, solo quedaba una triste melodía,
un piano y el sonido del agua, que siguió inundándolo todo y formó un mar, un mar de lágrimas,
la música dejo de sonar y quedó vacío, todo lo que quedó fue un ataúd sin cuerpo, un silencio sin música,
un vacío sin luz, una oscuridad oxidada, un sueño roto, las cenizas de una vida, y un sueño muerto.
Dicen que el tiempo lo cura todo, dicen que mientras suene la música no acaba el baile, dicen que la vida da mil vueltas, dicen... y dicen... sé que llegará el momento y hablaremos de ese sueño, sé que no será el mismo, y puede que nunca vuelva a serlo, sé que me puedo equivocar, pero acaba el requiem, mi vida sigue, y si quieres encontrarme tendrás que venir a mi encuentro, yo ya salí nadando de mi mar, sequé el fuego de la ira y el rencor, y ahora solo queda que el tiempo llene el vacío que queda, y ojalá que ese tiempo pueda ...... pueda..... no lo sé... que lo decida el tiempo.

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