viernes, 30 de enero de 2015

A new day, an old life

Nada como ver el despertar, ese yo encadenado, ese fuego oculto por tierra, de escusas y paciencia, de esperanza y deseo de un mundo mejor, nada como que te rompan la máscara que llevas dentro.



Nada como volver a sentir la oscuridad apoderarse del cuerpo,
de dejar libre a ese odio envuelto de tierra,
y el fuego estalla de nuevo, el cielo clama su nombre y todo vuelve a ser lo que era
echaba de menos el poder, el sentirme tan bien por dentro y por fuera,
siento mi sangre hervir, mi cuerpo frío ahogarse y ver como todo es confuso,
vuelve el caos, la soledad, la indecisión, la justicia negra,
la mentira y la traición,

Vuelve el silencio detrás del telón, vuelve el sonido de los tambores,
vuelve la tormenta, la marea, el cataclismo y por fin expulsa a la puta calma,


Pero esta puta ya había sido apaleada,
ya no llora, ya no siente, y para vuestra desgracia ya no se esconde,
las llamas del fénix se apagan en la profundidad del abismo,
ya no me hundo, nado hacia la profundidad,
suelto todo el aire, que vuelva el fuego,
quiero mi antigua vida que una vez enterré,
quiero ver el mundo arder, y yo quemarme en el proceso,
quiero ver mi verdadero aspecto,
que veáis a la muerte a los ojos, pues yo ya estoy muerto,
mi alma atormentada es lo último que quedaba,
y con los vientos de cambio, me acabáis de dar el oxígeno que tanto necesitaba
regresa la bestia al averno, en el cielo ya no quedan ángeles,
solo nubes sangre y muerte.