viernes, 31 de agosto de 2012

Mensaje a los ancestros

La tierra grita de dolor, desesperada sin poder hacer nada, el viento aúlla en su ayuda, y mi corazón está inquieto.



Hacía ya mucho que el agua no me hablaba, por fin se ha despertado de su profundo sueño, los espiritus están inquietos también, maldicen a los humanos por todo su comportamiento, ya no queda magia, y ya me queda poco aliento, el fuego ha empezado a engullir, todo lo que encuentra a su paso, es como un coyote hambriento, sus llamas como fauces, abrazan los bosques, nada vivo sale de su insatisfecha ambición, pues su ira y su descontrol solo hace que se vuelva más violento.
Sin aliados me encuentro, no se que hacer, y los demás espíritus siguen sin saber que están haciendo, aletargados en sueños e ilusiones, solo se preguntan cuando acabará esto, dímelo tú viento, háblale a este chaman desorientado que ha olvidado lo que sentía dentro.

De Piegrande a los espíritus.